martes, 21 de abril de 2015

Mandalas, de la naturaleza al aula.

  Una vez vivida la experiencia de la realización de mandalas en la naturaleza, hemos querido llevarlo al aula con materiales comestibles, y no podía faltar el chocolate, con el que hicimos la mayoría de dibujos de nuestros mandalas.

  El pasado jueves, 9 de abril, fuimos a clase muy ilusionadas y con muchas ganas de realizar esta actividad, y cumplió sus expectativas, ya que nos divertimos y relajamos bastante.

  Mi experiencia comenzó sin saber que hacer, me limité a repasar con chocolate y mucha paciencia los dibujos que traía marcada la oblea, pero poco a poco la imaginación iba fluyendo y te entraban más ganas de decorar tu mandala, así que, pillada de tiempo, empecé a hacer corazones y aun siendo la hora del descanso, quería terminar de hacerlo, ya que sabía el significado de hacer mandalas, el cual te describe como persona. También estoy de acuerdo con la profesora que en ese momento de paz interior, fluye toda la energía negativa que nos rodea y llevamos dentro, debido a la falta de tiempo dedicado a nosotros mismos para relajarnos y poder vivir en un estado de calma, por lo tanto, esta es una muy buena manera de poder expulsar esa energía negativa y conseguir así nuestro objetivo de llegar a un estado de paz.

  Como futura profesora, pienso que esta actividad les gustaría mucho a los alumnos ya que les encanta pintar y pienso que este hecho les relaja, les produce paz interior. Es un error pensar que los niños no sufren tanto estrés como los mayores ya que independientemente de los motivos de su estrés, lo sufren al igual que las personas adultas.

  A continuación voy a mostrar el producto final de mi mandala.



  

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